La circulación se caracteriza por tratarse de ese proceso a través del cual el corazón es capaz de bombear la sangre a todo el organismo, de modo que una adecuada circulación resulta esencial para poder tener una óptima salud.
Aunque la mayor parte de las personas suelen practicar hábitos que fomentan una mala circulación, por suerte, resulta muy sencillo adoptar hábitos que ayuden a aumentar nuestro flujo sanguíneo y al mismo tiempo, nos permitan disfrutar de una vida más saludable y feliz.
Dentro de los primeros pasos para mejorar la circulación, destaca acudir a un profesional de la salud; asimismo, conviene realizar ciertos cambios en nuestra rutina cotidiana que permitan mejorar nuestro flujo sanguíneo, por ejemplo, tener una dieta equilibrada y hacer ejercicio, etc.
Consejos para optimizar la circulación sanguínea
Basta con cambiar ciertos hábitos y prestar atención a nuestra alimentación para lograr mejorar la circulación de la sangre alrededor de todo el cuerpo.
Sin embargo, a continuación señalamos algunos consejos sobre cómo hacerlo, los cuales realmente ayudan a ver una gran diferencia.
Tener un peso adecuado
Mantener un peso apropiado es muy importante para lograr fomentar una buena circulación sanguínea; así, aquellas personas que presentan sobrepeso, podrían tener un mayor riesgo de tener una mala circulación.
De acuerdo con una investigación realizada en el año 2009, el bajar de peso ayudó a optimizar la circulación de mujeres con sobrepeso. Y durante este estudio, los participantes presentaron un aumento en sus niveles de adiponectina, proteína vinculada a la función vascular.
Correr
Realizar ejercicios cardiovasculares, como lo es por ejemplo el trotar, de forma periódica, sirve para mejorar el sistema circulatorio y en consecuencia, también la circulación.
Un estudio realizado en el 2003 señaló que el ejercicio optimiza la capacidad que tiene el organismo tanto de tomar como de utilizar el oxígeno; asimismo, ayuda a optimizar la capacidad de dilatación que poseen los vasos sanguíneos, permitiendo que funcionen con mayor eficacia, y que los músculos puedan recibir oxígeno de forma mucho más sencilla.
Así, todo esto optimiza la circulación y en consecuencia, el realizar las actividades cotidianas podría resultar menos agotador.
Hacer yoga
El yoga destaca por ser un ejercicio de bajo impacto, el cual es sencillo de modificar en el caso de los principiantes, e involucra estirarse, doblarse y torcerse.
Dichos movimientos permiten comprimir las venas y descomprimirlas, ayudando así a mejorar nuestra circulación.
Investigaciones del año 2014 afirman que practicar yoga resulta muy beneficioso, tanto para el metabolismo, como para el sistema cardiovascular.
Comer únicamente pescado
Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran presentes dentro del pescado graso ayudan a fomentar una mejor salud cardiovascular, por lo que también son apropiados para optimizar la circulación.
Así lo indican investigaciones realizadas en el año 2013. Cabe mencionar que entre los pescados grasos se encuentran el salmón, las sardinas, la macarela y el atún.
Ahora bien, en el caso de aquellas personas que sean veganas y/o vegetarianas, podemos señalar que la col rizada (o kale) destaca por contar con pequeños aportes de ácido graso omega-3.
Asimismo, los suplementos que poseen un contenido de ácidos grasos omega-3 se presentan como otra alternativa idónea para quienes no consumen pescado.
En este sentido hay que decir que dentro del mercado existe una amplia variedad de suplementos de omega-3 que se pueden encontrar con facilidad en farmacias, establecimientos de alimentos saludables e incluso online.
Tomar té
Los antioxidantes que se encuentran presentes en el té también ayudan a fomentar una buena salud cardiovascular, por lo que suelen ser muy beneficiosos para mejorar de igual manera nuestra circulación.
De acuerdo con algunas investigaciones, se conoce que el consumo de té negro puede ser de ayuda para optimizar la salud de los vasos sanguíneos, y al tener unos vasos sanguíneos perfectamente saludables, será posible mejorar también la circulación sanguínea.
De igual forma, otras investigaciones señalaron que la ingesta de té verde se encuentra estrechamente vinculada a una menor tasa de enfermedad de la arteria coronaria.
Además, dentro del mercado existe una amplia gama de tés que se pueden encontrar y adquirir no solo en tiendas físicas, sino también en establecimientos online, aparte del té verde y el negro.
Mantener correctamente balanceados los niveles de hierro
El hierro se trata de un mineral fundamental dentro del adecuado funcionamiento del sistema circulatorio.
Es necesario para que el organismo pueda llevar a cabo la producción de hemoglobina, que se encuentra entre los principales componentes de los glóbulos rojos, los cuales resultan esenciales para poder transportar el oxígeno.
Consumir alimentos que tengan un alto aporte de hierro, por ejemplo, espinaca y carnes rojas, permite lograr que nuestro organismo cuente con dicho mineral esencial.
No obstante, resulta fundamental que el nivel del mismo en el cuerpo se encuentre equilibrado, para que pueda ser realmente saludable.
Y es que un nivel de hierro excesivo en el organismo podría afectar la salud cardiovascular de forma negativa.
Investigaciones que datan del 2013 señalan que existe cierta relación entre un elevado nivel de hierro en el organismo, y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, sobre todo en el caso de aquellas personas que padecen de colesterol alto y sobrepeso.